Proyecto Fashion ReModel
Hagamos que los modelos de negocio circulares sean la norma y desvinculemos los ingresos de la...
Un enfoque integral de economía circular es la única solución que puede estar a la altura de la magnitud del problema mundial de los residuos textiles. La política de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es una parte necesaria de la solución. Nuestro informe explora un enfoque común a través de los sistemas nacionales de REP, para maximizar la alineación y la eficacia, así como los muchos beneficios que la REP puede aportar, más allá de la gestión de residuos aguas abajo.
Para establecer sistemas de recogida selectiva de textiles a gran escala, se necesita una financiación específica, continua y suficiente para cubrir el coste neto asociado a la gestión de todos los textiles desechados, no sólo la fracción con alto valor de reutilización. La REP es un mecanismo político crucial para conseguir esa financiación.
La política de REP responsabiliza a los productores de la recogida, clasificación y recirculación de sus productos cuando éstos son desechados por los ciudadanos. Si se diseña bien, la política de REP mejora significativamente la dinámica de costes e ingresos de la recogida selectiva, la clasificación, la reutilización, la reparación y el reciclado de los productos textiles desechados. La REP también ofrece transparencia y trazabilidad en los flujos globales de materiales, y ayuda a atraer inversiones de capital en la infraestructura necesaria para reutilizar y reciclar a gran escala.
Los residuos textiles son una consecuencia directa de nuestro sistema económico lineal. En todo el mundo, la inmensa mayoría de los textiles (más del 80%) se escapan del sistema cuando se desechan: se incineran, se depositan en vertederos o acaban en el medio ambiente. Los sistemas de recogida selectiva de textiles están poco desarrollados y no recogen todos los textiles que se ponen en el mercado.
En nuestro sistema textil actual, la mayoría de los modelos de negocio son lineales: se basan en grandes volúmenes de productos nuevos, fabricados con recursos vírgenes, que a menudo se utilizan durante poco tiempo y luego se tiran. Actualmente, los productos no siempre están diseñados para durar y a menudo son difíciles de reciclar.
La recogida selectiva es la única forma de evitar que los textiles acaben en el flujo de residuos o, peor aún, en el medio ambiente. Pero hoy en día, la recogida selectiva y la clasificación no son rentables. Recoger y gestionar los textiles desechados tiene un coste (más allá de los textiles con alto valor de reutilización), y las empresas de clasificación de todo el mundo experimentan dificultades de rentabilidad. Este es un obstáculo clave para lograr una economía circular de los textiles.
La política de REP es un punto de partida y debe evolucionar para ofrecer resultados de economía circular. La actual política de REP deja oportunidades sin aprovechar al centrarse en actividades posteriores, como el reciclado. La REP tiene el potencial de impulsar la acción en el origen de la cadena, fomentando el diseño circular, ampliando la fase de uso de los productos textiles y abordando los impactos de la contaminación, como las fugas de microfibras.
Para lograr una economía circular global para los productos textiles, los sistemas nacionales de REP deben alinearse en torno a los mismos objetivos clave, al tiempo que establecen objetivos adaptados al contexto nacional o regional. Además, debería estudiarse más a fondo la idea de ampliar la política de REP más allá de las fronteras nacionales, para gestionar los residuos textiles allí donde acaban.
La política por sí sola no puede resolver el problema de los residuos textiles. La acción voluntaria de las empresas, incluido el establecimiento de sistemas voluntarios de REP, es clave para acelerar el progreso. Se necesita una acción coordinada y combinada de la industria para cuestionar el modelo económico lineal en su núcleo y aprovechar la oportunidad de reutilizar y reciclar productos y materiales textiles a gran escala. Para acelerar el progreso, las empresas pueden...
Diseñar productos de acuerdo con los principios de la economía circular
Acelerar la adopción de modelos empresariales circulares mediante sistemas colaborativos multimarca
Invertir en infraestructuras compartidas que permitan la recirculación de materiales tras su máximo uso
La Fundación Ellen MacArthur trabaja para acelerar la transición hacia una economía circular. Desarrollamos y promovemos la idea de una economía circular y trabajamos con empresas, instituciones académicas, formuladores de políticas e instituciones, para movilizar soluciones de sistemas a gran escala, a nivel mundial.
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