Al lograr grandes avances en la productividad, el sistema alimentario industrial ha logrado satisfacer en gran medida las demandas de una población mundial en crecimiento. Sin embargo, este enfoque de la producción de alimentos y la gestión de los subproductos alimenticios está poniendo en peligro la biodiversidad y la salud humana. Ha quedado claro que este sistema alimentario ya no es apto para el siglo XXI y que se requiere un nuevo modelo.
Lanzado en la Reunión anual del Foro Económico Mundial 2019 en Davos, Ciudades y economía circular para la alimentación explora los beneficios de la transición hacia un sistema alimentario regenerativo. Con el apoyo analítico de SYSTEMIQ, la investigación describe una visión sustentada en los principios de la economía circular, donde la producción de alimentos mejora el medioambiente en lugar de degradarlo y donde las personas tienen acceso a alimentos saludables y nutritivos. Dado que el 80 % de todos los alimentos se consumirán en las ciudades para 2050, el informe destaca su importancia fundamental para impulsar el cambio hacia un sistema regenerativo adecuado a largo plazo. Surgen tres ambiciones principales: obtener alimentos cultivados de forma regenerativa y localmente cuando corresponda; aprovechar al máximo los alimentos (utilizar los coproductos de manera más eficaz, evitar los residuos); diseñar y comercializar alimentos más saludables.
Estas tres ambiciones tendrán un mayor impacto si se persiguen simultáneamente y para 2050 podrían generar beneficios generales por valor de USD 2,7 billones al año. Estos toman la forma de mejoras ambientales que incluyen una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de 4300 millones de toneladas equivalentes de CO2, una reducción de los costos de salud asociados con el uso de pesticidas de USD 550 mil millones, junto con otros beneficios para la salud. Además, abarcan una oportunidad económica para que las ciudades reduzcan los residuos comestibles y el desperdicio de alimentos, al hacer un mejor uso de los coproductos alimenticios, por un valor de USD 700 mil millones. Hacer realidad esta visión requerirá un nivel de colaboración sin precedentes en toda la cadena de valor y la conexión de los proyectos de demostración emblemáticos de la ciudad con el potencial de escala de las empresas globales y las plataformas de colaboración. El informe establece un camino hacia un nuevo enfoque muy necesario para nuestro sistema alimentario.
Para citar este estudio, utilice la siguiente referencia: Fundación Ellen MacArthur, Ciudades y economía circular para la alimentación (2019).