¿De dónde procede la idea de economía circular? ¿Qué escuelas de pensamiento o ideas inspiraron el concepto? Los orígenes del pensamiento de la economía circular proceden de muchos lugares y se han ido perfeccionando y desarrollando a lo largo de los años.
Estas son algunas de las escuelas de pensamiento que han inspirado el pensamiento de la economía circular:
Cradle to Cradle
El químico alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense Bill McDonough, desarrollaron el concepto Cradle to Cradle™ y el proceso de certificación. Esta filosofía de diseño considera nutrientes todos los materiales que intervienen en los procesos industriales y comerciales, de los que hay dos categorías principales: técnicos y biológicos. El modelo Cradle to Cradle se centra en el diseño para la eficacia en términos de producción de productos con un impacto positivo.
Los tres principios de Cradle to Cradle:
El diseño Cradle to Cradle se inspira en los sistemas naturales, donde no existe el concepto de residuo: todo es un recurso para otra cosa. Los nutrientes biológicos deben devolverse al suelo de forma segura, mientras que los nutrientes técnicos deben utilizarse una y otra vez con gran calidad.
El segundo principio es utilizar energías limpias y renovables. El argumento es que los sistemas naturales prosperan con la energía solar actual y los sistemas humanos también podrían hacerlo. La energía renovable es limpia (en el momento de uso), su funcionamiento es barato, no genera emisiones y utiliza recursos abundantes.
Por último, celebrerar la diversidad: la diversidad genera resiliencia en los sistemas naturales y también puede hacerlo en los sistemas humanos. Del mismo modo, no hay dos lugares iguales: a menudo es necesario un enfoque diverso para superar los retos y aprovechar las oportunidades que ofrecen las distintas geografías.
La economía del rendimiento
En su informe de investigación de 1976 para la Comisión Europea, Walter Stahel, arquitecto y economista, esbozó una visión de una economía en bucles (o economía circular), The Potential for Substituting Manpower for Energy (El potencial de sustitución de la mano de obra por energía, en la traducción libre), en coautoría con Genevieve Reday. La visión analizaba su impacto en la creación de empleo, la competitividad económica, el ahorro de recursos y la prevención de residuos.
Acreditado por haber acuñado la expresión "Cradle to Cradle" a finales de la década de 1970, Stahel trabajó en el desarrollo de un enfoque de "bucle cerrado" para los procesos de producción y creó el Instituto de la Vida del Producto en Ginebra hace más de 25 años. Persigue cuatro objetivos principales: prolongación de la vida útil de los productos, bienes de larga duración, actividades de reacondicionamiento y prevención de residuos. También insiste en la importancia de vender servicios en lugar de productos, una idea denominada "economía de servicios funcionales", hoy más integrada en la noción de "economía del rendimiento". Stahel sostiene que la economía circular debe considerarse un marco: como noción genérica, la economía circular se basa en varios enfoques más específicos que gravitan en torno a un conjunto de principios básicos.
Más información sobre el pensamiento de Walter Stahel en su libro: La economía circular - Guía del usuario.
Biomímesis
"Innovación inspirada en la naturaleza" - Janine Benyus
La idea central de la biomímesis es que la vida ya ha resuelto la mayoría de los problemas a los que nos enfrentamos actualmente. Por poner algunos ejemplos obvios: los pájaros pueden volar sin necesidad de combustibles fósiles, los percebes pueden adherirse a las superficies submarinas y tienen una enorme capacidad para permanecer adheridos, los insectos pesan más que los humanos pero no contaminan ni producen residuos, las hojas absorben la luz solar y consiguen transportar agua y nutrientes de forma eficiente y eficaz a través de una densa red.
La biomímesis sostiene que podemos encontrar soluciones a los retos humanos emulando los patrones y estrategias de la naturaleza.
Janine Benyus, autora de Biomimicry: Innovation Inspired by Nature (Biomímesis: innovación inspirada en la naturaleza), define su enfoque como "una nueva disciplina que estudia las mejores ideas de la naturaleza y luego imita estos diseños y procesos para resolver problemas humanos".
Visite el Biomimicry Institute para saber más sobre biomimetismo.
Ecología industrial
Estudio de los flujos de materiales y energía en los sistemas industriales.
Centrado en las conexiones entre operadores dentro del "ecosistema industrial", este planteamiento pretende crear procesos de circuito cerrado en los que los residuos sirvan de insumo, eliminando así subproductos indeseables. La ecología industrial adopta un punto de vista sistémico, diseñando procesos de producción para que funcionen lo más parecido posible a los sistemas vivos. Esto se consigue teniendo en cuenta las limitaciones ecológicas locales y considerando el impacto global de los procesos desde el principio.
Este marco se denomina a veces "ciencia de la sostenibilidad", dado su carácter interdisciplinar. Los principios de la ecología industrial también pueden aplicarse al sector servicios. Al hacer hincapié en la restauración del capital natural, la ecología industrial también se centra en el bienestar social.
Diseño regenerativo
En Estados Unidos, John T. Lyle empezó a desarrollar ideas sobre diseño regenerativo que pudieran aplicarse a todos los sistemas, es decir, más allá de la agricultura, para la que ya se había formulado el concepto de regeneración.
Podría decirse que sentó las bases del marco de la economía circular, que se desarrolló y adquirió notoriedad gracias a McDonough (que había estudiado con Lyle), Braungart y Stahel. Hoy, el Centro Lyle de Estudios Regenerativos ofrece cursos sobre el tema.
Economía azul
Iniciado por el antiguo Director General de Ecover y empresario belga Gunter Pauli, la Economía Azul es un movimiento de código abierto que reúne estudios de casos concretos, recopilados inicialmente en un informe homónimo entregado al Club de Roma.
Como afirma el manifiesto oficial, "utilizando los recursos disponibles en sistemas en cascada, (...) los residuos de un producto se convierten en la entrada para crear un nuevo flujo de dinero". Basada en 21 principios fundacionales, la Economía Azul insiste en que las soluciones vengan determinadas por su entorno local y sus características físico-ecológicas, haciendo hincapié en la gravedad como fuente primaria de energía. El informe, que hace las veces de manifiesto del movimiento, describe "100 innovaciones que pueden crear 100 millones de puestos de trabajo en los próximos 10 años", y ofrece numerosos ejemplos de proyectos de colaboración Sur-Sur ganadores, otra característica original de este planteamiento que pretende promover su enfoque práctico.