Las marcas de alimentos y los supermercados tienen el poder de hacer que los alimentos positivos para la naturaleza sean la norma. El último estudio de la Fundación, El gran rediseño de alimentos: regenerando la naturaleza con la economía circular, explica cómo hacerlo.
Todo lo que comes fues diseñado, desde tu comida favorita hasta el tipo de verduras que compras en el supermercado. Las empresas toman decisiones sobre lo que comemos, su apariencia, sabor, y lo bueno que es para nosotros y la naturaleza.
En toda Europa y el Reino Unido, las 10 principales empresas de bienes de consumo de rápido movimiento (FMCGs, por sus siglas en inglés) y minoristas influyen en alrededor del 40% de las tierras agrícolas. El gran rediseño de alimentos explora cómo estas empreas y minoristas pueden, al repensar los ingredientes que utilizan y cómo se producen, proporcionar opciones que son mejores para los clientes, para los agricultores, y para el clima - al mismo tiempo que se evita un 70% de la pérdida de biodiversidad asociada con el sector alimentario (en comparación con en escenario habitual).
El diseño circular para alimentos demuestra oportunidades para que las empresas vayan más allá de un mejor abastecimiento (es decir, proveer los mismos ingredientes producidos mediante prácticas regenerativas) y rediseñar totalmente sus carteras de productos. Nuestro estudio explora una combinación de cuatro oportunidades de diseño donde las empresas pueden actuar:
Ingredientes diversos - Uso de una mayor diversidad de variedades y especies animales y vegetales como ingredientes
Ingredientes de menor impacto - Sustituciones simples que han reducido los impactos ambientales, incluso cuando se producen de forma convencional
Ingredientes reciclados (o upcycled) - Transformación de coproductos alimenticios no comestibles en nuevos ingredientes
Ingredientes producidos de manera regenerativa - Producir alimentos de manera que generen resultados positivos para la naturaleza. Estos métodos también se pueden aplicar a la forma en que se cultivan ingredientes diversos, de menor impacto y reciclados.
Actualmente, la industria alimentaria es responsable de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y más del 50% de la presión humana sobre la biodiversidad; pero en lugar de forzar a la naturaleza a producir alimentos, los alimentos pueden diseñarse para que la naturaleza prospere.
La transición hacia el diseño circular de los alimentos ya ha empezado. Por ejemplo, Guima Café, en Brasil, está colaborando con Nespresso y ReNature para la transición a la producción regenerativa. Danone ha establecido contratos a largo plazo con productores lácteos, ayudando a aliviar la volatilidad del mercado a corto plazo, lo que les permite adoptar prácticas que pueden apoyar los resultados regenerativos. Y WWF y Knorr lanzaron un libro de cocina con 50 alimentos del futuro.
Lea el resúmen ejecutivo en español para conocer los detalles.
El informe completo está disponible en esta página.