Por Miranda Schnitger, Líder de Clima, Fundación Ellen MacArthur
"Un acuerdo es tan bueno como su implementación. Este consenso histórico es solo el comienzo del camino." - H.E. DR. Sultán Ahmed Al Jaber, Presidente, COP28 EAU
¿Cuáles fueron los resultados de la COP28?
Para sorpresa de muchos, los gobiernos de la COP28 lograron definir una serie de puntos positivos para la dirección de las discusiones en el futuro. Analizando dos logros acordados internacionalmente: primero, se llegó a un consenso sobre la operacionalización del Fondo de Pérdidas y Daños, con base en uno de los elementos clave de la COP27 y ayudando a enfrentar los impactos ya aparentes y devastadores del cambio climático. Segundo, se hizo el primer llamamiento explícito en el texto negociado para "la transición lejos de los combustibles fósiles en sistemas de energía, de manera justa, ordenada y equitativa" - una transición fundamental de los sistemas necesaria para hacer frente a las causas del cambio climático. Al lado de estos, vino un gran número de acuerdos adicionales entre los países.
Dada la urgencia con la que la acción climática necesita ser implementada en esta década para que las temperaturas tengan una oportunidad de permanecer dentro de 1,5 grados de los niveles preindustriales (como se observa en el Informe de Síntesis del IPCC AR6 de este año y en el primer Balance Global). Esos acuerdos no podrían haber llegado antes. Al mismo tiempo, aún queda mucho por hacer - tanto en términos de implementación, como dijo el propio presidente de la COP28, como en términos de impulsar las acciones de los sectores públicos, privado y financiero para que podamos entregar el 43% de los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en relación a 2019, para 2030, y tener emisiones netas cero para 2050. El IPCC AR6 y el primer Balance Global hicieron hincapié en la necesidad de transición de sistemas si queremos frenar las emisiones. Esto incluye la transición del sistema energético y la transición de una economía lineal a una economía circular.
¿Qué significó la COP28 para la economía circular?
En 2019, la Presidencia chilena de la COP25 incluyó la transición de la economía circular en sus planes climáticos. Desde entonces, y en los cuatro años que la Fundación Ellen MacArthur ha participado en las COPs climáticas de la UNFCCC, hemos visto un aumento positivo en el número de discusiones enfocadas en cómo la transición a una economía circular es una parte muy necesaria de la acción climática, además de complementar y favorecer la transición energética. El aumento fue particularmente notable este año - no solo en la programación de eventos paralelos en los que la Fundación participó formalmente, como conferenciante y moderadora, sino también en el gran número de otros eventos a los que nosotros y otros estuvimos presentes, desde eventos paralelos a ministeriales.
Este mayor enfoque en la transición fundamental de los sistemas a la economía circular en la COP de este año se refleja mejor en la primera inclusión del término en el texto de resultados negociados. Considerando que los resultados negociados en la COP27 subrayaron "la importancia de la transición hacia estilos de vida sostenibles y modelos sostenibles de consumo y producción para los esfuerzos de lucha contra el cambio climático", los resultados de la COP28 observaron explícitamente "la importancia de la transición hacia estilos de vida sostenibles y patrones sostenibles de consumo y producción en los esfuerzos para enfrentar el cambio climático, incluso a través de enfoques de economía circular, y alientan esfuerzos al respecto."
Esta inclusión envía una señal poderosa al trabajo en curso para acelerar la transición hacia la economía circular de acuerdo con las fronteras planetarias y contribuir a la acción climática. Actualmente, el 27% de los países se refieren a la economía circular en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas. La recién publicada guía práctica de la ONU fue diseñada para apoyar y profundizar esa integración, y es oportuna, pues los países necesitan actualizar y aumentar la ambición en sus CDN en la COP30, que será realizada en Brasil. La transición hacia una economía circular en los sectores privado y financiero es también fundamental y ha quedado patente en las numerosas discusiones de la COP28. Estas discusiones analizaron las contribuciones climáticas de la economía circular en relación con políticas que van desde incentivos fiscales a políticas comerciales, así como acciones en sistemas como la urbanización y los sistemas agroalimentarios, y los muchos sectores dentro de estos sistemas.
¿Qué es lo siguiente?
Resolver el 45% de las emisiones que surgen de la forma como producimos y consumimos y que no dependen de la fuente de energía que se utiliza - por ejemplo, las emisiones de los procesos de producción, las emisiones resultantes de la deforestación y las opciones de uso del suelo, incineración y quema de residuos - es fundamental para ponernos en una trayectoria de emisiones alineada a París. La transición de los sistemas a la economía circular es fundamental para proporcionar esas reducciones de emisiones y para proyectar resiliencia en nuestro sistema económico y adaptarse a los efectos de los cambios climáticos que se dan a temperaturas superiores a los niveles preindustriales.
Como ha dicho el Presidente de la COP28, un acuerdo es tan bueno como la aplicación que sigue. Debemos avanzar con urgencia para aportar soluciones de economía circular en escala al mercado en paralelo y como parte de la transición de los sistemas energéticos.